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Sugiero comenzar por el principio ;)

sábado, 2 de agosto de 2014

Diario de mis defectos: Los vellos no bellos (I).

Hola, chiflados y chifladas que leen este blog. 
Decidí sacrificar mi hora de risa mirando la pseudo actuación de S. E. en "Camino al amor" y dedicarle un tiempo privilegiado a mi pequeño espacio en la web. Sé que hace mucho no publico nada y sé también (me lo dice el sentido arácnido) que nadie extrañó mis publicaciones ni mis comentarios. No me consueles, no hace falta, la culpa es mía por no ser tan genial. No importa.
Hoy estoy feliz porque tuve una epifanía. Hace rato quiero volver a escribir pero la inspiración no me visita últimamente, quizás tendría que intentar hacer un trabajo práctico o algo así, ya que siempre aparece cuando tengo algo importante que presentar para el terciario. Da igual, de todas maneras la aprecio.
Bien, sin más preámbulos, voy a decir lo que vine a decir y es que (suenan redoblantes :D): ¡tengo una idea para una nueva sección (tema-etiqueta-tópico o como quieras decirle)!
Se me ocurrió llamarla “Diario de mis defectos”, porque estoy llena de desencantos y aún así encontré a quién encantar :) Eso es solo por gracia divina, porque ni con métodos de belleza puedo deshacerme de mis grandes defectos que espero dar a conocer a quienes le interese.
Supongo que el título del post da a conocer muy bien el tema que voy a tratar, pero antes de empezar con eso, quisiera dejar aquí una brevísima introducción que pensé hace algunos meses:

Introducción al Diario de mis defectos
Mis años en la Tierra me han enseñado bien una cosa: las mujeres lindas siempre se parecen. Ojos grandes, narices pequeñas, dientes alineados, tallas esbeltas,en fin, a mi criterio son todas iguales. 
Chica linda, no te ofendas, es que vos, llena de encantos, nunca te vas a comparar con nosotras, las desencantadoras mujeres que día a día llevamos a cuestas nuestros ojos pequeños, dientes desproporcionados, piernas chuecas, narices romanas, uñas frágiles y un sin fin de cosas más.
Son ellas muy bonitas, pero carecen de la belleza exótica que solamente puede tener una fea. Las feas, señores y señoras, somos únicas.
Por lo general no somos enteramente feas, pero basta con un defecto notorio para que los hombres y demás seres vivientes no nos miren sonrientes al pasar. Puede ser un lunar en el ojo, algunos kilos de más, una nariz torcida, el cabello enmarañado imposible de peinar, labios diminutos, lo que sea.
Cada fea y su fealdad trae aparejada una singular belleza y un singular valor. Así es que también creo que el mundo es de las feas que pasamos las esquinas ;) de nosotras, a las que las bonitas desprecian. Mientras ellas están cuidando su cutis de porcelana, sus uñas esculpidas, sus dietas sacramentarias, nosotras disfrutamos la vida.  Cantamos, hacemos deportes, salimos sin importarnos lo que los demás piensen de nosotras (pues claro, ya conocemos lo que piensan sin que nos lo digan).
El mundo es nuestro, pero eso solo es después de que aprendemos que para ser bonitas no hay leyes, la belleza está en sonreír sin tener cosas que ocultar, en ser como somos en todas partes, en tener como carta de presentación un diálogo amable y simpático y no un rostro revocado con cemento fino del color de la piel. Una vez que dejamos de escondernos y aprendemos a ser felices así como Dios nos hizo...una vez que hacemos eso ya nadie nos puede parar, porque sabemos quienes somos y quiénes queremos ser.

Luego de esa introducción supongo que sabrán más o menos hacia donde apunto. Es que en mi adolescencia hubo cosas que me acomplejaron, pero hoy, que soy joven, ya veo con sentido del humor y no me encierro en mi pieza a llorar y a lamentarme (bueno, casi nunca).

Así soy desde pequeña, siempre tan velluda. Quizás sea porque una vez cuando tenía cuatro años me reí de una señora que tenía mucho vello en el brazo y esperaba en la fila del banco. Quizás porque en el afán de que desaparezcan usé métodos que solamente lo empeoraron, o porque así tenía que ser, sabrá Dios con qué singular propósito (quizás para que escriba sobre eso acá y vos te sientas un poco menos sola, como cuando descubrí que había más mujeres así, aunque sigo pensando que nadie puede superarme en esta materia :B).


Me afeito las piernas desde que tengo 13 años, porque a esa edad teníamos que hacer natación en el colegio, y ninguna de las chicas tenía tanto pelo en las piernas como yo y me miraban raro. Comienzo a pensar que las hormonas que tenían que ayudarme a crecer y a desarrollarme como las demás se desviaron y se fueron a mis brazos, piernas, axilas, bigote, cejas y demás zonas en las que crecen vellos normalmente, y se quedaron todas ahí, haciendo que los pelos crezcan y crezcan, se reproduzcan y sigan creciendo.
Algunos pensará que exagero, pero no es así. Verdaderamente esto de los pelos es uno de mis mayores defectos físicos. 
Aun así tengo novio y creo que ser así de peluda me ayuda en mi vida cristiana, porque así tan osa como soy no me bajo los pantalones ni aunque estuviera borracha (punto a favor para mis vellos, que me ayudan a mantener la virginidad). Aunque también pienso que lo malo de casarme algún día va a ser tener que depilarme durante todo el año, aunque eso se podrá charlar (¿No, amor? Por las dudas vamos a comprar un lindo sofá en el que me pueda ir a dormir cuando lleguen los inviernos jaja).
He probado también la mayoría de los métodos de depilación, desde la famosa Gillette, tan querida y tan odiada, la cera caliente, la fría, la cera de azúcar (que nunca pude hacer en el punto justo), el hilo, las pinzas, la depiladora eléctrica, la NONO (que fue un fracaso total), y nada dio el resultado que esperaba. 
En fin, siendo soltera (no casada pero muy enamorada) y estando en invierno igual soy feliz. Quizás para la llegada de la primavera este defecto vuelva a complicarme la vida, y aquí estaré buscando la manera de sobrellevar esto. Sé que hay mujeres que soportan cosas peores (¿no?) , y que los pelos nunca fueron una dificultad para ellas, pero vos, que estás leyendo y entendés de lo que hablo, que sufrís cuando tenés que usar remeras o musculosas y shorts, que te incomoda ir a la pileta con tus amigas lampiñas, que la mirás a tu hermana y ves que se afeita una vez a la semana mientras que vos hacés eso religiosamente cada dos días aunque se te encarnen y todo eso que sabemos... bueno, vos, no te sientas sola. Acá estoy yo, una chica con muchos pelos, que en sus 20 está aprendiendo a (no digo quererlos) llevarse un poquito mejor con ellos.(Y si mis palabras no te alcanzaron, acá hay unas imágenes que valen más que 2mil palabras, solo para gente valiente, y que valga la ambigüedad :D)

Esto no fue del todo lo que quería escribir. También iba a contar que hoy me quise depilar con cera las axilas pero casi ningún vello quiso salir y la piel me quedó ardiendo, muy triste. Pero un poco me desahogué, y algún día volveré con la segunda parte, porque hay mucho de qué hablar todavía.
Si querés contarme tu complejo, lo que te hace únicamente fe@, podés escribirme al mail alejajandra_28@hotmail.com , o a mi facebook.
Que anden bien y que Dios los bendiga mucho :D Chaucha.

Me fui a posar por ahí.


Adjunto esto, porque realmente me emocionó :')

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